“La Unión Europea está dejando de responder al concepto de estado de derecho”



Luis Martín: Buenas noches, profesor Rivas. Sábado 16 de febrero y un nuevo susto en la Unión Europea. Le llamo para que nos haga unos apuntes de urgencia sobre lo que está ocurriendo en Chipre, con la creación del “corralito”. No quiero molestarlo a estas horas y tampoco hay mucho tiempo, por lo que le ruego concisión.
David M. Rivas: Lo intentaré, aunque las ideas se me amontonan. Lo de Chipre es peor que el “corralito”. En Argentina bloquearon los depósitos pero en Chipre los van a coger. La medida no tiene sentido. Y no lo tiene desde todos los puntos de vista que tomemos. En primer lugar, es el parlamento chipriota el que debe tomar la decisión y tomarla demostraría que Alemania ejerce el más bochornoso chantaje y estaría rayando la dictadura. En segundo lugar, no resuelve nada, ya que estamos hablando de seis mil millones de euros, menos que calderilla en el mercado único europeo. Y en tercer lugar, Merkel está poniendo a la unión y a la moneda única al borde del colapso. Alemania y parte de la burocracia de Bruselas están destruyendo la confianza en el ahorro, la unión bancaria y la libertad de circulación de capitales, tres bases fundamentales de la Unión Europea.

L.M.: ¿Por qué lo hace entonces?
D.M.R: La decisión, realmente, es de Bruselas. Siempre pensé que esta gente llevaba haciendo cosas inútiles o perjudiciales desde hace cuatro años. Ahora ya estoy seguro de que son perversos y gilipollas, ambas cosas a la vez. Hasta el Fondo Monetario Internacional se ha echado las manos a la cabeza. No obstante, a nadie se le escapa que detrás de todas estas medidas está el gobierno alemán. ¿Por qué? Voy a permitirme una exposición muy coloquial, muy de taberna, pero que es rigurosa. Merkel, que siempre ha sido una política sobrevalorada y en la que yo nunca ví ninguna virtud, está en campaña y es capaz de hundir el euro con tal de ganar las elecciones. Ese perfil también lo tiene su ministro de economía. No así, por ejemplo, su ministro de asuntos exteriores, que ya en alguna ocasión hizo notar su disconformidad. Y los alemanes tienen asumido el discurso de que los vagos del sur les perjudicarían mucho si no se les ata con cuerda corta. En ese discurso hay un enorme caladero de votos. Es el ejemplo del tendero de Colonia que tiene un fondo de pensiones que compró en su día bonos españoles o italianos. Pues bien, expliquemos algunas cosas empleando argumentos del mismo cariz que ellos emplean, aunque sean un poco chuscos. Hace ya tiempo que el gobierno alemán y gran parte del pueblo alemán no son esos actores tan eficaces y responsables de lo que siempre presumieron. Son irresponsables y mentirosos. Además son unos llorones. Cuando los fondos de pensiones alemanes, algunos vinculados a los sindicatos, compraron bonos de los países del sur, con unos beneficios astronómicos, no lo hicieron con una pistola contra el pecho. Lo hicieron porque quisieron. Pero, como son unos irresponsables, ahora no quieren asumir que toda operación financiera tiene un riesgo y quieren mantener sus inversiones esquilmando y saqueando a las clases medias y trabajadoras de los demás países. Y lo pueden hacer porque, además de irresponsables, son poderosos.
L.M.: ¿Puede hacer algo Chipre?
D.M.R.: Declarase en insumisión, como hizo Islandia. Son casos distintos, es verdad, pero hay un elemento común: son los parlamentarios chipriotas quienes ha de decidir, pueden votar “no” a la exigencia de los imperiales. Y tal vez está llegando el momento en el que un gobierno, y tal vez varios, responda al chantaje alemán con un “abandono el euro, devalúo mi moneda y vuestras deudas las vais a cobrar al maestro armero”. No obstante, la verdad es que yo creo que abandonar el euro no es una solución. Si Chipre vuelve a su moneda y la devalúa, lo más probable es que tuviera que recurrir a una subida de impuestos que podría ser peor para las clases populares.
L.M.: Pero los gobiernos de Chipre alguna culpa tendrán de lo que ha sucedido. Alemania aduce que el sistema financiero de Chipre permitiría que todas las ayudas europeas acabarían en los bolsillos de los oligarcas rusos que tienen su dinero en ese país. 
D.M.R.: Eso es cierto. Chipre es un paraíso fiscal, una economía muy corrupta, donde se lavan cientos de millones de euros cada mes, pero ya lo era cuando fue admitido en la Unión Europea. Los depósitos bancarios chipriotas equivalen a siete veces el PIB del país. Por cada euro depositado por los habitantes hay seis extranjeros, gracias a un tipo de interés del siete por ciento y los impuestos de renta y de sociedades más bajos de Europa. Chipre aspiraba a ser el Bahamas del Mediterráneo. Pero esto se sabía en Bruselas y en Berlín. ¿Por qué permitieron su ingreso en la unión y, especialmente, en la eurozona? Este asunto es un claro ejemplo de la hipocresía entre la que navegamos. Esto cada vez se parece más a la película “Casablanca”. En el Rick’s jugaban los rusos, los alemanes, los de Vichy, los desgraciados que deseaban huir, los turcos, todos. Y una noche el capitán de la gendarmería, mientras guarda un fajo de billetes en su bolsillo, grita: “¡esto es un escándalo, aquí se juega!”. Y el gendarme de hoy decide que paguen la cuenta unos ciudadanos que nunca entraron en el garito y que tienen ahorrados unos cuantos euros. Y seguro que las grandes fortunas rusas están avisadas desde hace tiempo y ya han volado hacia otros sitios, tal vez Luxemburgo o la británica isla de Mann, también paraísos fiscales en el seno de la Unión Europea. El presidente de Chipre es responsable de todo lo que está pasando. Pero es que hace cuatro meses gobernaban los comunistas y el sistema financiero más corrupto de Europa no fue ni tan siquiera cuestionado por el partido en el poder. También los comunistas apostaron siempre por este ultracapitalismo con altos niveles de corrupción. Esto último conviene no olvidarlo.  
L.M.: ¿Esto es el inicio de un movimiento de hilera de fichas de dominó?
D.M.R.: El maremoto ya empezó y sólo falta saber cuándo llegarán las olas a la costa. Grecia va sufrir una sacudida muy fuerte porque casi la mitad de su deuda está colocada en Chipre. El lunes las primas de riesgo de España, Portugal, Italia e Irlanda subirán, e incluso es probable que la de Francia. Las bolsas bajarán, incluso las alemanas. Y una horas antes veremos caer la de Tokio. Pero el mayor problema está en que pueden darse masivas salidas de dinero de otros países. Si la Unión Europea rompe las reglas y quita dinero de las cuentas corrientes, ¿por qué no lo va a hacer mañana en España o en Italia? El capitalismo es un sistema con funcionamiento muy simple, basado en la confianza. Si quiebra esa base todo se va al garete. Eso es lo que está sucediendo. Lo que pasa es que, como no hay alternativa, la agonía del sistema se alarga y se alarga. Hay que tener en cuenta una cosa de la que se habló mucho cuando las políticas nacionalizadoras de Venezuela, Argentina, Ecuador o Bolivia: la seguridad jurídica. Si la ley bancaria europea me asegura que cantidades inferiores a 100.001 euros no pueden ser intervenidas y ahora me quitan un diez por ciento, ¿dónde queda la seguridad jurídica? Aunque en un par de días retiren esta medida y sólo la mantengan para depósitos de más de 100.001 euros, que eso sí tiene base legal, la comunidad internacional y los inversores han tomado ya buena nota de que la Europa germanizada está dispuesta a destrozar la legalidad. La Unión Europea está dejando de responder al concepto de “estado de derecho”.
L.M.: Me hace gracia eso de “la Europa germanizada”.
D.M.R.: Es una expresión muy atinada. Schuman, el padre de la Alemania postnazi, decía, en los albores de lo que hoy es la Unión Europea, que quería una Alemania europea y no una Europa alemana. Pero ahora es diferente. Lo publiqué hace dos años en una revista crítica asturiana: están creando el IV reich. La esclavización de Europa ya no se hace militarmente o con campos de concentración. Pero el sesenta por ciento de los alemanes cree que los pueblos de más al sur son unos parásitos. Es un porcentaje muy similar al que, en los treinta, pensaba eso mismo de los judíos, los polacos y los eslavos. No es una “boutade”. Hace mucho que muchos lo dijimos: están escribiendo el primer capítulo del fin de la democracia.
L.M.: Es muy fuerte esa opinión.
D.M.R. Tal vez lo sea. A lo mejor exagero. O tal vez lo de la democracia solo fue un espejismo en el que creyeron unos ilustrados y unos liberales que nunca pensaron a qué extremos podría llegar el capitalismo.

Comentarios

  1. Master and commander22 de marzo de 2013, 18:49

    Oh, qué gallarda apostura...

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  2. Rafael Erskine Guerricabeitia23 de marzo de 2013, 20:21

    Dear Master:

    Que inteligente comentario, ¡aclara-usted-todas mis dudas acerca de la quita Chipriota!

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  3. Como si la gente tuviera que hablar para aclararte las dudas a ti, mequetrefe.

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  4. Rafael Erskine Guerricabeitia30 de marzo de 2013, 3:25

    ,Lo dijo Quevedo: uno es esclavo de sus palabras. No me cabe duda, que usted es lo que en Francia se dice Idiot et fier de l´etre. Prosiga con sus múltiples nombres, caballero,¡¿cuanta inteligencia hay en sus palabras?! esta brilla tanto, ¡faro y luz de las Asturias! ¡ envidia del orbe! que siempre siempre le delatará comente lo que comente.

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  5. Pues tú, para ir de señorito, de gentleman y de hombre de mundo, bien que te apañas insultando como una verdulera (¡pero como una verdulera francesa, que siempre es más fino!).
    Perdona que no te siga el rollo, infeliz.

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  6. L'absence du bonheur est difficile à estimer sur Internet, votre manque d'intelligence, cependant, est tout simplement remarquable.

    No se trata, por tanto, de faltar a un faltosu; si no de ponerle en evidencia mon cher multinick.

    R.E.G.



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  7. Querido Falo: eres un pedante. No sé si te lo habían dicho antes, pero si es preciso te lo digo yo: eres un pedante compulsivo. La pedantez es esa disfunción que lleva a algunos pobres de espíritu a hacer exhibición improcedente de conocimientos. Suele ir asociada a un ego hipertrofiado y desde luego demuestra poco pudor y una evidente incapacidad para la relación social.
    Dicen que en la vecina Argentina sobreabundan los profesionales que te pueden ayudar.

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