Cambiar nuestro modo de vida

Hay un olor a cambios profundos pero no parece muy claro qué camino se va a tomar, aunque existen fenómenos y tendencias que nos aportan pistas. De un lado, la estructura económica mundial nada tiene que ver con la existente hay apenas quince o veinte años. Los países emergentes (China, India, Brasil y algunos otros) ya no lo son. Se han convertido en potencias económicas que disputan la supremacía a los anteriores. Todo indica que, en unos diez años, China alcanzará a los Estados Unidos, poniendo fin a la era americana. La Unión Europea se desangra en sus contradicciones y está tomando un peligroso camino de desmantelamiento de su modelo social e incluso rebajando la calidad de su democracia hacia niveles más que preocupantes.

Paralelamente, la situación de los países más pobres también está cambiando. Incluso en la depauperada África comienzan a apreciarse cambios económicos y políticos, entre otras cosas por la apuesta de China en ese continente. América Latina consolida sus democracias, no sin problemas, y sólo Centroamérica parece atada a la pobreza. Nuevos movimientos agitan el mundo, desde las primaveras árabes hasta la nueva izquierda del cono sur. También los fundamentalismos religiosos hacen que la perspectiva sea tremendamente compleja.
Y aparecieron los “indignados”. Como todo movimiento magmático, sin jerarquías –aunque con dirigentes políticos vocacionales que lo intentan- y muy joven, es una incógnita. La evolución que está siguiendo no es homogénea y aparece diferente según países y el peso de las distintas tradiciones ideológicas. Es difícil adivinar el camino pero hay una cierta apreciación de irreversibilidad. El movimiento está en marcha y, con altibajos y pasos adelante y atrás, no se detendrá y menos aún ante la perspectiva de recortes sociales y políticas lesivas para los más desfavorecidos.
En todos los casos, los gobiernos, los partidos, los agentes económicos, se han hecho esta pregunta: “¿de dónde salieron estos?”. El pensamiento único imperante desde hace tres décadas, la caída de los modelos de planificación socialista, la hibernación de la izquierda clásica occidental, hizo olvidar que el cambio es un proceso permanente y que, en distintas capas paralelas, se están produciendo mutaciones sociales. No es la primera vez ni será la última. Los aristócratas franceses no comprendieron que la burguesía iba en serio hasta que rodaron cabezas en la plaza de la Concordia; la corte zarista tampoco quiso ver que los comunistas iban en serio hasta que no los tuvieron en el Palacio de Invierno. También entonces dijeron: “¿de dónde salieron estos?”. Y es que, permanentemente, miles de personas están en todas partes creando e imaginando, el paso previo para iniciar un cambio. ¿Qué de dónde salen estos?: pues de la sociedad, ¿de dónde si no?.
También aparecen cambios en el horizonte doméstico. El nuevo gobierno de España ha planteado ya su esbozo de política. Rajoy recalcó en el debate de investidura que iba a ser claro… y recordaba a Tip y Coll con aquello tan suyo de “seremos claros y llamaremos al pan flus y al vino froilo”. Pero, como luminosamente escribiera Malraux, “la verdad de un hombre está, sobre todo, en lo que oculta”.
Lo que se oculta es un espíritu obediente. El discurso presidencial se dirige a Angela Merkel y a la eurocracia financiera. Por eso no hay claridad, porque Rajoy desconoce las claves. El criterio de que el déficit estructural no supere el 0,5 por ciento del PIB en términos nominales no viene acompañado de ninguna metodología. No se sabe cómo se determinó ni por qué no es el 0,4 o el 0,7, ni tampoco cuál es el ratio deuda/PIB que pondría en marcha los mecanismos de corrección. El gobierno español no sabe qué va a hacer porque está a la espera de órdenes de Berlín, pero sabe bien que todo va a ser más duro de lo confesado y que los 16.500 millones de euros de ajuste en el 2012 seguramente se triplicarán.
No obstante, pese a lo perentorio del momento, no podemos olvidarnos del reto más importante, el de la crisis ecológica. El fracaso de la cumbre de Durban es un mal presagio. Además, cuando los problemas económicos crecen, la miopía economicista se quita la lente y desenfoca el problema, revisando a la baja las políticas ambientales. La crisis económica de Europa, el brutal crecimiento de las nuevas potencias, el hambre de regiones enteras donde la tierra se erosiona hasta lo indecible, todo ello contribuye a un mal panorama. Pero no hay más remedio que ponerse a la obra y cambiar nuestro modo de vida. De lo contrario nos arriesgamos a que el modelo económico se lleve por delante, no sólo el bienestar, sino a nuestra propia especie.
Se dice frecuentemente que los factores productivos son tres, la tierra, el trabajo y el capital, a los que a veces se les añade un difuso espíritu empresarial. Pero la realidad es que los factores son dos: planeta y tiempo. Los humanos somos fruto de la naturaleza y de la historia y toda nuestra producción viene de ahí, desde la fórmula más sencilla de hacer el pan hasta el acelerador de partículas más sofisticado.
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Comentarios

  1. Al nivel pequeñu en que me muevo -y que reconozo que pue tar mui distorsionáu-, como simple ciudadanu d'una villa asturiana observo un contrapesu demoledor a la población más mentalizao y indignao. Fórmenlu una gran cantidá de xente que talo paez que nun quieren o nun son a enterase de lo que pasa-pese a tar tán afectaos por recortes de toa mena como los demás- y viven con unos parámetros demenciales. Que si la moda, que si perder un güeyu si l'otru queda ciegu, que si vaya fastidiu nun tener créditu pa dir... de vacaciones lloñe. Veo dificilísimo llograr dalgún cambiu con esti personal como esi individuu qu'acaba de recibir la indemnización pol despidu y piensa usala pa presumir de coche nuevu... La castración mental y l'empeñu en tar n'ayén en bien de xente ye d'asustar.

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  2. "Para detener a una bestia, le rompes los miembros. Para detener a una nación, rompes a su pueblo. Le robas su voluntad. Le demuestras que tienes un poder absoluto sobre su destino. Le dejas claro que, en último extremo, eres tú quien decide quién vive, quién muere, quién prospera, quién queda sumido en la pobreza. Para demostrarle cuán grande es tu poder, le ,muestras todo lo que eres capaz de hacer, y con cuánta facilidad puedes llevarlo a cabo. Con cuánta facilidad puedes oprimir un botón y aniquilar la vida sobre la Tierra. Con cuánta facilidad puedes declarar una guerra o concretar una paz. Y, una vez lo has conseguido, ¿qué les queda a esas gentes? Solo tú. Se volverán hacia ti, porque eres todo lo que tienen. Te amarán aunque las desprecies. Confiarán en ti a pesar de que sepan cómo las gastas. Te votarán en las elecciones aunque las estrujes hasta dejarlas sin aliento. Beberán lo que les des de beber. Respirarán el aire que les des a respirar. ¿Qué podrán hacer, si no? No tendrán ninguna instancia superior a la que recurrir. Serás su padre y su madre. Serás el juez y el jurado. Serás todopoderoso. Serás Dios.

    El poder no se fortalece solo por lo que destruye, sino también por lo crea. No solo por lo que quita, sino también por lo que da. Y la pérdida del poder no es acentuada por la impotencia en que se encuentran sumidos los que han perdido, sino también por la gratitud de quienes lo han ganado (o al menos, eso creen).

    En la actualidad, la naturaleza del poder se caracteriza por su neutralidad. Y ese poder es ejercido por los representantes elegidos por el pueblo ostensiblemente libre. Sin embargo ningún monarca, ningún déspota, ni ningún dictador de cualquier otra épocade la historia de la civilización humana ha tenido acceso a armas como las que tienen ahora a su disposición los gobernantes"

    Arundhati Roy - El Álgebra de la Justicia Infinita

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  3. Mirar pa otres realidaes, Xanu, ye precisamente lo que más m'esmolez cuando adico pa la nuesa realidá más inmediata. Hai yá tiempu que llegué a la conclusión -nada difícile per otru llau- de que la situación d'Asturies ye mui complicao pola nuesa estructura demográfica. Nun hai mocedá y lo poco qu'hai marcha. Los vieyos dan conseyos, ufren idegues, illustren coles sos esperiencies, pero son pasivos. El mozu ama'l so futuru mientres que'l vieyu ama'l so recuerdu. Y los que tamos activos pente les dos circunstancies somos pocos (y mal aveníos, nunca meyor dicho). Les primaveres árabes (al marxe de lo que den pa ello) son posibles porque'l trenta por ciento de la población ye menor de vente años y nun sabe quién yera Ben Ladin o Jomeini, nin conocieron los partíos baasistes. Lo mesmo pasa en Bolivia, en Grecia y nos mesmos Estaos Uníos... Hasta en Madrid o Barcelona pasa eso.

    Por eso hai tantu desconciertu ente nos col "asuntu Cascos", porque, siendo una opción proviniente d'un sector al que cuasi naide pertenez, ye la primera vegada que la ciudadanía fixo un actu de "rebelión", anque seya pente comines. Porque esa postura sí que la puede adoptar un paisanu de sesenta años que nun ta pa dir a la barricada y que, amás, educárase nel franquismu y nel so miéu al compromisu.

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  4. Gracies, tocayu Castañón, pola cita. Ye bien guapa y nun la conocía. Va seme mui útile pa illustrar una cosina que toi preparando pa la facultá.

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  5. "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. He visto pedir 50 millones por un piso a rehabilitar de 70 m2 en un quinto sin ascensor, en un edificio de 100 años del centro de Madrid. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir."

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  6. El PSOE fíxolo mui bien n'Asturies. Nun solo desmanteló la industria, sinón que gobernó única y esclusivamente pa les xeneraciones que tienen agora más de 45 años. Obligó a emigrar a gran parte de la mocedá nos caberos 30 años (falamos de xente que güei tien yá de 40 años p'abaxo).

    Estes dos aiciones nun solo afeuten a eses xeneraciones, afeuten a tola sociedá asturiana. Nun solo emigraron esos mozos y esos adultos pasaron a vivir de prexubilaciones (principalmente mineres) o de subvenciones. Sinón que too esto trai arreyao dalgo muncho peor: la muerte d'Asturies. La mocedá nun tien futuru dalu nesti país, cualquier ámbitu económicu/empresarial/productivu ye inesistente n'Asturies. Nenguna FP nin nenguna carrera tien salida llaboral n'Asturies. Pa vivir, hai que marchar.

    Amás de too esto hai qu'amest-ay una bona política desasturianizadora (y digo bona porque consiguió perdafechu los sos oxetivos). La mocedá nun tien más apegu al país que ximielgar la bandera viendo a Alonso o moñase con sidre. El compromisu políticu y cívicu con Asturies mayoritariamente ye cero.

    Esto ye que n'Asturies nun hai nada y nun hai población comprometío como pa marchar y invertir n'Asturies pa crear dalgo. Nun hai población comprometío pa pasales putes equí intentando llevantar daqué cola aida que puean dar los que yá tán fuera. Cuasi yá nun hai apegu nin pa tornar cuando se queden nel paru dempués de tener que fuxir.

    Esto ye duro d'aceutar. Ye un gran sapu que tragar. Si pa vós ye duro aceutalo maxinái pa min que tengo 19 años cumplíos y toa una vida que vivir y nenguna posibilidá nel horizón de facelo nel mio país. Pue ser una visión mui negativa o pesimista... pero nada hai que dea un soplu d'aire fresco pa pensar otra cosa.

    El retu del nacionalismu asturianu, y más del nacionalismu d'izquierda, ye aceutar esta realidá (porque pa cambiar la realidá hai que conocela, y negala por ser gafa nun val pa nada) y propone-y a la sociedá asturiana un modelu de sociedá meyor que l'esistente pero real, real y posible.

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  7. Aqui os dejo un video ke encontré en internet que me dejo sorprendido.Ya sabes David mi ideologia pero no puedo por menos ke estar de acuerdo kon todo lo ke se dice en este video.
    http://www.youtube.com/watch?v=E6VMM3nyMEs
    Un saludo

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