“La crisis económica nos descubre que el modelo político de la transición está agotado”


Patricia Serna: No se asusten. Vamos a hablar de economía pero no se asusten, aunque la música puede asustar un poco. Queremos saber en qué punto estamos, despejar un tanto después de que el Fondo Monetario Internacional haya avisado de que la prima de riesgo española puede subir hasta los 750 puntos, habla de un crecimiento escasísimo para el año que viene y que los países del sur, los llamados periféricos, no lograrán alcanzar un nivel de PIB normal hasta dentro de diez años. Bueno no parece pero dice el ministro Luis de Guindos que lo que dice el Fondo Monetario Internacional no está escrito en bronce y que el gobierno está trabajando para que las previsiones no se cumplan. David Rivas, buenas tardes.
David M. Rivas: Hola, buenas tardes.
P.S.: Rivas es profesor de estructura económica en la Universidad Autónoma de Madrid. ¿En qué punto estamos?
D.M.R.: Estamos en un punto parecido al punto en el que estábamos. Cuando el ministro De Guindos dice que las cosas que escribe el Fondo Monetario Internacional no las escribe en bronce, al menos en parte, tiene razón. Esto que plantea el Fondo Monetario no es una previsión sino una especie de modelo de simulación. El Fondo Monetario Internacional plantea la posibilidad de que sucedan determinadas cosas si se dan conjuntamente todas las peores circunstancias. Evidentemente, podrían juntarse todas esas peores circunstancias, pero también es probable que no se dé esa conjunción.

P.S.: ¿Cuáles son esas circunstancias? ¿A qué factores o indicadores se refiere el Fondo Monetario Internacional?
D.M.R.: Serían, fundamentalmente, tres factores. Primero, que el Banco Central Europeo dejara de comprar bonos, compra que ha aprobado últimamente. En segundo lugar, que los ajustes fiscales se congelaran o no tuvieran éxito. Y en tercer lugar, lo que precisamente más preocupa al gobierno español, que Alemania y sus aliados se nieguen a continuar con las ayudas. El Fondo Monetario plantea que si esos tres factores confluyen, en ese suceso ahora muy citado y que proviene de una película muy conocida, en esa “tormenta perfecta”, se podría llegar a esos 750 puntos básicos, lo que provocaría una catástrofe económica sensacional que llevaría a que España recuperaría su PIB de 2007 en el 2018. Sería una década perdida completamente, como la que perdió América Latina en los años ochenta y como la que perdió Japón en los años noventa.
P.S.: ¿Y hay probabilidad de que todos esos factores se junten?
D.M.R.: Existe una cierta probabilidad pero hay que tener en cuenta otros elementos. Este aviso del Fondo Monetario obliga a que la Unión Europea haga algo y a que el gobierno español reaccione. Del cómo se actúe y del cómo se reaccione dependerá el futuro. Yo creo que la probabilidad de que los tres factores se den conjuntamente es elevada pero todo es mucho más confuso de lo que aparenta el informe del Fondo Monetario. Por ejemplo, en este momento los intereses de la deuda de España y de la deuda de Italia están descendiendo. No olvidemos que el informe del Fondo se refiere a las dos economías, la española y la italiana, que suman el 28 por ciento del PIB de la Unión Europea. No estamos hablando de algo baladí, sino del hecho de que de cada cien euros de renta europea veintiocho los producen España e Italia. El caso es que en los últimos días los intereses de la deuda española han ido bajando, seguramente porque los inversores están descontando el efecto del próximo programa de compra por parte del Banco Central Europeo de bonos españoles e italianos, sobre todo de bonos españoles. Si esa compra no se produjera empezaría a fabricarse la tormenta. Si se mantiene el programa se mantendrían bajos los tipos de interés. De todas formas, no creo que dure mucho esta caída de los tipos, aunque el Banco Central cumpla con lo previsto. Tal y como está la situación, la propia lógica del mercado los impulsa al alza, por lo que esta situación no durará más de una semana o diez días.
P.S.: Las previsiones, no ya para el año que viene, sino para la próxima década, ¿tienen visos de cumplirse? El Fondo Monetario dice que cinco economías, entre ellas la española, no van a recuperar su PIB hasta 2018.
D.M.R.: Eso se produciría en el caso de que el Fondo Monetario acierte en los tres supuestos pesimistas de los que hablábamos. De todas formas hay que atender a una cuestión importante. Yo leí el resumen del informe, como ha hecho todo el mundo, pero aún no he visto esas primeras páginas de los estudios que casi nadie lee, en las que se explica la metodología empleada, en las que se ponen de manifiesto las premisas y los métodos de cálculo. Cuando se dice que tal cosa va a subir un tanto por ciento y tal otra va a bajar otro tanto por ciento hay que, previamente, especificar cuáles son las bases de cálculo, el método. Si no analizamos esto no entenderemos nada. Pero si el Fondo Monetario ha utilizado su metodología habitual, que es lo más probable, la cosa pinta muy mal. Esta mañana hicimos en la facultad unos cálculos someros, un tanto a lo bruto, y llegamos a la conclusión que esa caída del PIB y esos 750 puntos básicos llevarían a España a un desempleo del veinticinco por ciento. Es decir, de cada cuatro personas en edad de trabajar una estaría en paro. Es una tasa desconocida desde la gran depresión de los años treinta. Si eso lo unimos a la congelación de las pensiones, a la rebaja de las retribuciones de los funcionarios y a la caída del salario real, las cosas se ponen muy negras. Se está hundiendo uno de los principales amortiguadores que tiene una estructura económica y particularmente la española y la italiana: el amortiguador familiar. La pensión del abuelo, el sueldo del hermano funcionario, etcétera, hoy son garantía de supervivencia frente a la recesión. Es decir, no sólo aumenta el desempleo, sino que están reduciéndose las rentas de quienes constituyen el amortiguador. Es una situación terrible.
P.S.: ¿Nos toca esperar o el gobierno tiene capacidad para evitar que esas previsiones se cumplan?
D.M.R.: El gobierno español no tiene mucha capacidad, y en los dos sentidos: tiene poco margen de maniobra y es bastante inútil. De todas formas, parece que en los últimos días ha reaccionado con cierta lucidez. Por ejemplo, hace un par de días se planteó la posibilidad de poner en marcha el mecanismo de cooperación reforzada, que es un gravamen a las operaciones bancarias. Es un impuesto a las transacciones financieras que pueden adoptar los países que lo deseen pero que sólo es permisible si lo hace un mínimo de nueve. A día de hoy ya son once los estados que pretenden aplicar este mecanismo, entre ellos Alemania y Francia. ¿Qué hizo el gobierno español?: esperar hasta el último momento para unirse a los otros diez socios. Aquí el gobierno demuestra que ha aprendido a negociar y a salir de una inacción que rayaba lo bochornoso. El ministro De Guindos esperó hasta última hora para forzar que se pactaran las condiciones definitivas de un hipotético rescate y para lograr que hubiera una recapitalización directa de la banca, es decir, que el rescate europeo se dirija a los bancos y que no se haga a través de las arcas del reino. Si el gobierno español hubiera conocido ayer o anteayer estos pormenores no hubiera pedido la cooperación reforzada. Como el gobierno no obtuvo esa información solicitó la entrada del mecanismo de refuerzo. En esto demostró el gobierno una cierta inteligencia, mientras que llevaba unas cuantas semanas en la inacción. No le salieron las cosas del todo bien porque no logró lo que pretendía, pero demostró saber actuar frente a la incertidumbre y eso es muy importante para aumentar la credibilidad política y la confianza financiera. Creo que la cooperación reforzada es un mecanismo que se va a aplicar, aunque no es algo inmediato. Es un proceso largo porque, aunque sólo lo aplicarán los once miembros que lo han solicitado, ha de aprobarlo el Consejo Europeo por una mayoría cualificada. Eso no es un problema porque Alemania y Francia apoyan la puesta en funcionamiento de ese mecanismo, lo que hace que la mayoría cualificada necesaria está asegurada. Alemania forzará a los países nórdicos, los más reacios a cualquier tipo de apoyo, que votarán lo que Berlín ordene. Pero será un proceso lento.
P.S.: Veremos, entonces, en qué para esto.
D.M.R.: Hay una cuestión importante que no debemos dejar en el tintero. El hecho diferencial de España frente a otros países es la fuga de capitales.
P.S.: Que es muy grande desde hace unos meses.
D.M.R.: Es un caso insólito en una unión monetaria. Hablamos de algo parecido a si escaparan capitales, pongo por caso, de Asturias a Murcia, lo que no tendría ningún sentido. Desde junio de 2011 a junio de 2012 huyeron unos 300.000 millones de euros.
P.S.: ¿Es por falta de confianza?
D.M.R.: Es una falta de confianza evidente. España se enfrenta a un problema que nunca se ha querido ver. A la luz de la crisis económica se ve con claridad que el modelo político está agotado. No sólo hay un grave problema económico, sino que todo indica que el modelo surgido en la transición está hundido o, cuando menos, muy agotado. Esa inestabilidad política ya la veníamos notando desde hace tiempo, pero en momentos de bonanza todo queda enmascarado y la gente no es consciente o mira para otro lado. El hecho de que un día sí y otro también el modelo político español esté en “The New York Times” o en “The Economist” muestra su agotamiento y su debilidad. Todo eso conlleva una falta de confianza en las posibilidades de este reino. España aparece hoy como un estado fallido, lo que seguramente es desde el siglo XV. De ahí esa fuga de De ahí esa fuga de capitales. Esos 300.000 millones suponen la friolera del 27 por ciento del producto interior bruto. A la vez, Italia, con problemas parecidos, sufrió una fuga de capitales que no llega al 15 por ciento de su PIB. Estamos hablando de casi el doble de incidencia entre un estado y otro.
P.S.: No sólo no se ingresa sino que lo que hay se va.
D.M.R.: Efectivamente, pero hay más complicaciones. Ha bajado mucho la deuda en manos de inversores no residentes, han descendido los depósitos bancarios, se dispara el déficit primario, que es el déficit sin contar intereses, etcétera. Y aún puede sobrevenirnos una catástrofe mayor de difícil solución. Los bancos que el sector público está rescatando con cargo a impuestos en último término están comprando la deuda española que los extranjeros han dejado de comprar. Eso quiere decir que el sector público está rescatando a bancos que son acreedores del propio reino. Es una espiral incontrolable. El 75 por ciento de la deuda del reino está en manos de bancos españoles.
P.S.: Vamos de susto en susto desde hace meses.
D.M.R.: Pues esta película acaba de empezar. Nos viene un nuevo susto. Ayer una compañera de la universidad, especialista en contabilidad, estaba preparando una ponencia para un congreso analizando las cuentas de Francia. Ella es una fiera destripando cuentas, cosa que yo no soy, pero yo, si me dan bien destripadas las cuentas, soy bastante hábil en la interpretación porque soy buen conocedor de cómo funciona la economía internacional. Me pidió que le echara una mano para ultimar su análisis. Y nos encontramos con que las cuentas de Francia de 2012 son iguales que las de España de 2011. Eso quiere decir que en 2013 Francia puede dar la campanada de estar en la misma situación que España.
P.S.: Estamos hablando de una quiebra europea potente.
D.M.R.: Por eso Alemania, si nos fijamos bien, ha ido aflojando el puño en las últimas semanas. Lo mantiene apretado en Grecia pero lo ha aflojado en España y en Italia porque su gobierno es consciente de que si entran en bancarrota Italia y España, no digamos ya si entra Francia, su mercado se hunde. De cada diez euros que Alemania exporta, ocho se corresponden al mercado interior de la Unión Europea. Por eso Angela Merkel ha aflojado un poco la correa en los casos de España e Italia pero no le importa seguir apretando en Grecia porque los intereses comerciales alemanes son menores.
P.S.: Francia, un nuevo problema, un nuevo escenario.
D.M.R.: Cuando veía ayer con mi compañera las cuentas de Francia y ella me explicaba las cuestiones estrictamente contables, se me ponían los pelos de punta. Aquello, como decimos aquí, “metía miéu pela cabeza”. Una vez que me explican los pormenores contables, yo sé interpretar con lógica económica. Los dos nos miramos casi pálidos: si Francia sigue el mismo sendero estamos hablando del 45 por ciento del PIB europeo.
P.S.: ¿Hay solución?
D.M.R.: Quiero creer que hay solución. La única solución que veo es que la Unión Europea adopte políticas activas, no seguir en esta absurda pasividad, una pasividad que es premisa del informe del Fondo Monetario Internacional. Tal parece que el Fondo Monetario parte de la premisa de que la Unión Europea no hace nada porque no sabe hacer nada. Tal vez sea una visión muy angloamericana de que la Europa continental es un conjunto de pueblos inútiles e incapaces, pero quizás lo estamos ratificando. El Banco Central Europeo tiene que convertirse en un verdadero banco central y no en una oficina de precios, que es lo que viene siendo. Esto ya lo hablamos varias veces en esta emisora. Al reino de España, simplemente, la inacción de la Unión Europea le está costando un 1,9 por ciento del PIB. Es decir, la pasividad de la Unión Europea, les cuesta a los ciudadanos españoles dos euros por cada cien que producen.
P.S.: Muchas gracias,  David Rivas, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Ahora tenemos las cosas un poco más claras. Un abrazo.
D.M.R.: Un abrazo a todo el equipo de “La buena tarde” de la radio pública de Asturias.    

Comentarios

  1. ¿Qué foi d'esto http://www.europapress.es/asturias/noticia-investigadores-intelectuales-recuperan-antiguo-centro-estudios-asturianos-mismo-espiritu-20111104192818.html?

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  2. Nello siguimos. Tuviéramos dellos alcuentros de los que s'espublizaran les conclusiones na páxina web. Tenemos termináu el boletín primeru pa asoleyar en papel pero, como yera d'esperar, atascaos na financiación. Lo que sí va facese, espero que pa primeros d'añu, ye un seminariu abiertu sobro, más o menos, "Asturies, 1940-2000" onde los propios miembros del CEA van presentar una visión (económica, histórica, llingüística, cultural) de la evolución dende la desapaición de la vieya institución hasta la entrada'l nuevu sieclu. En tiempos de cris hai que tirar de trabayu propiu. Nun ye fácile coordinar a diez o doce persones pero va faciéndose. De toles formes, vamos muncho más despacio de lo que quixéramos.

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  3. Ah, ¿y cuála ye la páxina?

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  4. http://www.putalocura.com/

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