“La teoría del decrecimiento es revolucionaria”


Inés Ordóñez: ¿Cómo está desarrollándose el curso “El cambio climático: un desafío tecnológico y económico”?.

David M. Rivas: Muy bien, como era de esperar. Hubo que reducirlo con respecto a la idea original porque nos obligaron a apretar el cinturón y tuvimos que renunciar a dos de los tres ponentes que venían de los Estados Unidos. La crisis se nota en todos los ámbitos.

I.O.: ¿Participan en el curso escépticos o contrarios a la tesis de que se está produciendo un cambio climático?.

D.M.R.: Sí, alguna persona hay pero no es fácil encontrar científicos que mantengan ese criterio con argumentos serios. Sí hay políticos o economistas que niegan el hecho del cambio climático, pero son muy escasos los físicos o los climatólogos que lo pongan tan siquiera en duda.

I.O.: Hay quien afirma que el catastrofismo es muy rentable, que muchos científicos viven de esto.

D.M.R.: La mayor parte de los científicos e investigadores que trabajamos sobre el supuesto de que el cambio climático se debe a la acción del hombre, o como poco que está siendo acelerado por ella, desarrollamos nuestra actividad en universidades y centros de investigación, la mayoría de ellos de titularidad pública. ¿Cuánto puede ganar al año un profesor de tipo medio?, ¿cuarenta mil euros, setenta mil como mucho?. ¿Y cuanto uno de los más reconocidos del mundo?, ¿doscientos mil, quinientos mil?. Ahora, ¿cuál es el beneficio de una petrolera o de una multinacional química?. Con que solamente pagaran a sus científicos en nómina una parte ínfima de esos beneficios estaríamos hablando de una cantidad mayor que la suma de todos los sueldos de los universitarios del mundo. Esa es la pregunta: ¿cuánto cobran los negacionistas?. Y esta es otra: ¿cuánto dinero perderían las multinacionales de aplicarse con dureza los acuerdos internacionales al respecto?. Para que se haga una idea: las pérdidas de British Petroleum solo en los tres meses que se mantuvo el vertido del golfo de México ascendieron a trece mil millones de euros. Sospechar de un científico con un sueldo similar al de un trabajador cualificado del metal y treinta o cuarenta veces inferior a un ejecutivo de una multinacional es algo repugnante.

I.O.: Pero también hay un gran negocio en el sector ambiental.

D.M.R.: Efectivamente. Pero, ¡qué cosa más curiosa!: en un mundo capitalista en el que la avaricia es virtud se ve muy mal que haya gente que gane dinero regenerando el medio ambiente o protegiendo la naturaleza. Yo prefiero que mis alumnos de administración de empresas ganen dinero reforestando una sierra o criando ganado en forma extensiva que hormigonando playas. También es verdad que incluso están haciendo negocio las mismas empresas que contaminaron previamente. Por ejemplo, muchas empresas químicas se pasaron al sector ambiental y tienen grandes beneficios. Es más, algunas trabajan en tecnologías limpias en nuestros países mientras siguen usando tecnologías muy sucias en el mundo subdesarrollado. Pero esas son las contradicciones y las perversiones del sistema económico, no del ambientalismo.

I.O.: Y la crisis afectará también a esos sectores.

D,M,R.: Las empresas de producción ecológicamente sostenible, como las de agricultura ecológica o las de turismo ambientalmente responsable, no sufren prácticamente la crisis, sino que están incrementando su peso en el mercado. A lo que sí afecta muncho la crisis es a la política ambiental en general y a la conciencia de la gente. Hace dos o tres años, en plena euforia económica, todo el mundo estaba preocupado por el medio ambiente, exigiendo que se dejase de edificar tanto, sobre todo en la costa. Ahora todo el mundo pide que vuelva la actividad, a cualquier precio e independientemente de lo que destruya. Cuando vienen mal dadas tendemos a sacrificar el medio ambiente en beneficio de una mayor renta. Es fácil caer en el engaño de que la opción es “o árboles y pajaritos o puestos de trabajo”.

I.O.: Las restricciones ambientales pueden generar paro. Si una empresa cierra porque se ve obligada por una ley ambiental los obreros se quedan sin trabajo.

D.M.R.: En la Unión Europea se crean casi tres puestos de trabajo gracias a la política ambiental por cada algo menos de uno destruido por restricciones ambientales. Es verdad que si una empresa cierra no van a generarse nuevos puestos de trabajo al día siguiente. Cuando la Unión Europea erradique el PVC, que lo hará, los trabajadores de esas fábricas no van a convertirse en guardias forestales en dos días, eso es evidente. Pero este problema no es una particularidad de la política ambiental. Lo que hay que hacer es buscar paliativos temporales. Cuando las minas o los astilleros cerraron por razones comerciales se articularon políticas sociales para paliar los efectos negativos, por no hablar del PER del campo andaluz, que usted conocerá bien. ¿Por qué los motivos ambientales no han de ser tratados de igual forma?. Si una empresa cierra porque está envenenando a la ciudadanía, ¿por qué no se recurre a la política social y laboral?. ¿Por qué a la política ambiental se le exige lo que no se exige a las políticas comercial o monetaria?.

I.O.: Hoy han discutido sobre la teoría del decrecimiento. ¿Es usted partidario de una política de ese tipo?.

D.M.R.: La teoría, o más bien teorías, del decrecimiento es relativamente nueva por lo que no puedo ser un entregado militante de la misma. Pero es una visión muy necesaria en el debate actual y, por lo que voy estudiando, me parece que comparto la parte central de sus postulados. Hay tres leyes que nos muestran la física y la biología que no podemos olvidar porque son inexorables: todo está relacionado con todo, todo va a alguna parte, nada puede crecer indefinidamente. Esta última es la que ahora toca analizar: si nuestro planeta es finito, nada puede ser infinito. Pero la ciencia económica predica el crecimiento constante. No sólo lo predica sino que el capitalismo nada más que puede mantenerse bajo el paradigma del crecimiento. El capitalismo es como la bicicleta: solo está en equilibrio si avanza.

I.O.: ¿Estamos entonces ante una teoría revolucionaria?.

D.M.R.: En cierto modo sí. Ya lo había sido el crecimiento cero de hace treinta o cuarenta años y lo es el desarrollo sostenible que se generalizó desde principios de los noventa. Es posible que el decrecimiento sea la teoría que, radicalizando los términos, sea la nueva alternativa de esta década que comienza.

I.O.: Prestigiosos economistas dicen que todo esto es ridículo y que lo que hay que hacer es ajustar el modelo.

D.M.R.: Tener prestigio no es tener razón, ni mucho menos ser sabio. Schopenhauer decía que una idea que triunfa pasa primero por dos etapas: en la primera es ridiculizada y en la segunda es atacada violentamente. Lea usted lo que “prestigiosos” intelectuales de finales del XIX y primeros del XX decían del descanso dominical, de las ocho horas de trabajo o del derecho a la huelga. Aquello era poco menos que el final de la civilización y la ruina de los países. Por no hablar del sufragio universal o, más tarde, del voto femenino. Lea, lea usted a esos “prestigiosos” intelectuales. Sentirá una mezcla de risa y escalofrío.

I.O.: Usted criticó ayer en un programa de televisión la prepotencia de los economistas.

D.M.R.: De los ortodoxos. Yo soy economista y creo que soy practicante de una ciencia que ayuda a entender muchas cosas. Los economistas, por lo general, tenemos metodologías mucho más elaboradas que el resto de las ciencias sociales, con excepción, quizás, de la antropología. Pero la economía es la administración de la casa (“oikos-nomos”), mientras que la ecología es el conocimiento de la casa (“oikos-logos”), por lo que mal administraremos si no conocemos. La economía debe subordinarse al conocimiento previo. Que nos digan los biólogos cuál es el ciclo de la merluza y nosotros planificaremos las pesquerías. Que nos digan los físicos y los químicos cuál es la tasa de asimilación del anhídrido carbónico y nosotros planificaremos la industria. A eso me refería cuando hablaba de una necesidad de humildad por parte de los economistas.

I.O.: Hay una gran preocupación por el estado de las costas españolas, todas muy deterioradas. ¿Qué piensa de la costa de Almería?.

D.M.R.: No conozco mucho esta zona y, además, lo que conozco es precisamente la parte mejor conservada y más protegida, como el cabo de Gata. Pero me parece que aún conserva bastantes espacios muy cercanos a una naturalidad primigenia, desde luego sin comparación posible con las costas de Murcia o de Málaga, que provocan verdadero dolor. El asunto está en aplicar sin laxitud la Ley de Costas que, aún con sus defectos, es un buen articulado. Si el PSOE de Felipe González puede salvar algo de su política ambiental, ese algo es la Ley de Costas. Por cierto, una ley sacada a golpes porque el gobierno era bastante reacio. Esa ley, la más avanzada de Europa, es atribuible a Cristina Narbona, entonces secretaria de estado. Yo pertenecí a su consejo asesor, en representación de Amigos de la Tierra y por lo tanto en una posición hipercrítica, y sé muy bien lo que costó aquello. Luego fue ministra con Rodríguez Zapatero y éste la echó muy pronto porque se opuso a un esperpéntico plan hidrológico y a una revisionista política nuclear. Es una de las pocas personas que tuvieron mando en lo ambiental por la que tengo estima. Pero, volviendo a esta región y a su pregunta, con ejemplos como el de El Algarrobico, mal vamos. Aunque aquí nos encontramos con otro problema, el del funcionamiento del poder judicial en España.

I.O.: Ya que menciona con tanto elogio a Cristina Narbona, hablemos de opciones electorales. López de Uralde, líder de Greenpeace en España, parece dispuesto a impulsar una candidatura “verde” y una de las posibles candidatas es, precisamente, Cristina Narbona.

D.M.R.: Conozco desde hace años a López de Uralde, Juantxo para los amigos. Creo que también está detrás de esa idea Alejandro Sánchez, otro viejo amigo, dirigente histórico de la Sociedad Española de Ornitología. Es muy llamativo que sean ecologistas históricos como estos –son de mi promoción, año arriba o abajo- quienes caigan ahora del lado de la acción política. Lo veo como algo muy importante y muy positivo. A mí me parece que esa idea es muy buena y que hoy puede tener éxito. Creo que hay un hueco en este momento para una opción verde al margen de los “pajaritólogos” subalternos del PSOE. No veo a Cristina Narbona aceptando ese reto, aunque sería una buena candidata. Hay un espacio para los verdes, dada la deriva del PSOE y el seguidismo y la decadencia de Izquierda Unida. Incluso los puede beneficiar la tendencia a la baja del nacionalismo de izquierda, especialmente en Cataluña.

I.O.: Usted es un ecologista de la “vieja guardia”. Toda su trayectoria intelectual y profesional gira en torno a lo ecológico, el desarrollo sostenible y la economía internacional. Fue presidente de Amigos de la Tierra y un montón de cosas más. ¿Participaría en una opción política como la que López de Uralde impulsa?.

D.M.R.: Yo casi nunca digo “no” a nada porque no sabemos lo que va a pasar mañana, pero no me veo en esa tesitura. Soy algo más joven que Narbona pero estoy en una situación similar. Mi trayectoria política en los últimos años ha sido otra y no me veo cambiando de marcha. Es verdad que ya me plantearon esa posibilidad hace unos quince años, encabezar la candidatura verde en Asturias, cosa que supuso un halago que mucho agradecí. Me hicieron el mismo ofrecimiento en el 2007, cuando renuncié a seguir presentándome como cabeza de una lista nacionalista de izquierda. Los verdes, al margen de familias, siempre me tuvieron en gran estima porque siempre me vieron como uno de los suyos, cosa que es verdad. Todavía en la última campaña electoral participé en actos con ellos en la isla de Ibiza, donde otro viejo amigo de Amigos de la Tierra, Pep Ribas, era cabeza de lista. Dejando a un lado mi militancia concreta en distintos momentos de mi vida yo siempre fui ecologista. Y lo sigo siendo. Pero, por lo que hace al presente, estoy al margen de casi todo. Puede que sea cosa de la edad. Estoy hecho un cascarrabias que sale de su casería solamente lo imprescindible.

I.O.: ¿Cosas de la edad para quien regresa este año a Guatemala a trabajar con mayas?. Usted viene participando en programas de desarrollo local en ese país desde los acuerdos de paz de hace casi dos décadas. Parece ser que la selva no asusta mucho a “un hombre de cierta edad”.

D.M.R.: No seamos demasiado “aventureros” porque no hay tanta épica. Tenía muchas ganas de volver a Guatemala. El anterior programa finalizó hace unos cinco años. Se trata de un trabajo muy fructífero con poco esfuerzo. Un euro invertido en programas de desarrollo local y comunitario es mucho más rentable que un euro invertido en bolsa. Claro que yo estoy hablando de rentabilidad social. Y, por cierto, que esta reflexión vale también para nuestros países, no solo para el mundo subdesarrollado.

I.O.: ¿Cómo van el Observatorio Latinoamericano de Ordenación Territorial y Sostenibilidad y el Instituto Interuniversitario de Economía Espacial Sostenible?. Llevan trabajando en ello desde 2008.
D.M.R.: Marchan muy despacio. No es fácil poner a funcionar dos proyectos tan ambiciosos y menos aún en momentos de crisis, cuando los presupuestos se hacen restrictivos. Pero vamos caminando. En breve daremos a conocer una batería de indicadores de sustentabilidad que va a tener un gran impacto en la comunidad científica y en el ecologismo.

I.O.: Su conferencia de esta mañana versó sobre las incompatibilidades entre la política ambiental y el mantenimiento de la sociedad rural. Y pareció usted más “ruralista” que “ambientalista”.

D.M.R.: No hablé de “incompatibilidades” sino de “disfunciones”. Mi tesis, nada original por otra parte, es que no se puede establecer una política de conservación de la naturaleza sin contar con los habitantes de las zonas rurales. No podemos seguir con una suerte de “despotismo ecologista ilustrado”. Pero lo curioso es que ya no hay ecologistas que sigan fieles a ese enfoque. Hoy los ecologistas asumen la necesidad de llegar a pactos “socioambientales” con los habitantes de la región que se quiere proteger, con los que yo llamo “indígenas”. ¿Por qué son “indígenas” los pobladores del Amazonas y no lo son los de Cazorla o los de Somiedo?. Sin embargo la administración española sigue aplicando políticas despóticas, por muy bienintencionadas que sean desde el punto de vista ambiental. Es necesaria una presión conjunta entre la gente del campo y los ecologistas frente a la administración y su corte de especuladores. Esa sí sería una “gran coalición”.

Comentarios

  1. Mui bien, como siempre. Pero prestaríame saber dalgo más d'esa teoría del decrecimientu (o como se diga n'asturianu). ¿Yá nun val el desendolcu caltenible (términu que emplegues, Rivas)? ¿Cómo ye qu'en pocos años una teoría nueva y orixinal pase a ser vieya y tresnuechada?

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  2. Economista Caltenible20 de agosto de 2010, 16:01

    Digo yo que tendrá la cosa que ver colos ciclos, cuando se crez nun too val, habrá que mirar ver facer un crecimientu correchu, midíu, y que nun lleve a una estroza cultural, social nin medioambiental. Eso tendrá que ver col Desendolcu sostenible.

    Pero si hai hai decrecimientu, habrá que mirar les coses d'otru mou, ehí entós baxa la producción, el consumu... etc, entós ehí valdrá'l modelu de decrecimientu que desconozu y tamién naguo por saber más d'ella.

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  3. A mí paezme que nos últimos años les teoríes revolucionaries tan siendo les que provienen del ecoloxismu. Representen agora lo que les teoríes socialistes representaron hai un sieglu. Nun ye que les de güei invaliden les d'entós. Si entós se fixo clara la contradicción capital-trabayu, agora apaez la contadicción capitalismu-naturaleza. David desplícalo mui bien nun llibru que, paezme, titulábase "Sustentabilidad".

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  4. Quixera enquivocame, pero tengo mieu qu'eso del "decrecimientu" valga pa que dalgunos "decrezan" más qu'otros. Nun ye lo mesmo pidir que "decreza" al que tien tres mercedes y media docena chalés que pidilo a un mileurista con dos fíos y una hipoteca.

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  5. yo aprovecho pa recomendar la lectura de ambiente, energía y sociedad, H. Odum, creo que vien teniendo unos 50 años pero paez que naide se dio cuenta.

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  6. perdon, autocorrixome y añado:
    el llibru ambiente, energía y socieda data de 1971 con edicion en castellan en 1980

    aparte, añado la recomendación de Hombre y naturaleza de Howard y Elisabeth Odum, ye más rumiable qu'el anterior, ensin tanta matemática y más enfocau a la esplicación hestorica que a la predicción de escenarios futuros.

    Bono, a mi prestaronme abondo y aprovecho pa agradecei a Anadón y a Cheli habemelos puesto nes manes.

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  7. Pa siguir col tema de Pablo Pérez (¿que tal Pablo?). Tien razón cuando diz qu'hai llibros (como'l de Howarth y Odum) que tan escritos de cuantayá y paez que siguimos ensin daprender. Yo recomiendo un llibru d'hai dos o tres años que ye precursor del alderique del decrecimientu d'anguaño. Ye, n'español, "No todo es dinero...". Ye de Malcolm Slesser y Jane King, dos estraordinarios investigadores ingleses colos que tuve la suerte de trabayar nos programes de desendolcu caltenible na Unión Europea. Ye una posición pente la metodoloxía de la desmaterialización y la nueva teoría del decrecimientu. Amás, como la recomendación de Pérez, ye de llectura fácile pa cualisquier persona de cultura media. Yo recomiéndolu a estudiantes de segundu ciclu y casi naide tien problemes pa pescancialo. Ta espublizáu pola editorial Icaria, de Barcelona. Saludos.

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  8. Munches gracies, ¡profesor!

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  9. Rivas: mañana entamen les fiestes de Pion. Si andes pel prau o pela bolera igual mos vemos. Ya te saludaré. De xuru que me conoces pero vas llevar una sorpresa.

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  10. David: ¿como diba ser la to evolución si llegues a aceutar encabezar una llista verde hai quince años, cuatro enantes de facelo con Andecha? Ya sé que ye facer historia-ficción. ¿Pero paraste a pensalo?

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  11. David, ¿pues aconseyar dalgún llibru sobre'l procesu de construición nacional del Pueblu Xudíu, del nacimientu del Estáu d'Israel? Munches gracies d'antemano y perdón pola entruga nesta entrada cola que nun tien nada que ver. Un saludu candial

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  12. Os pongo un enlace a este interesante articulo de Miquel Amoros en nodo50

    Elementos fundamentales de la crítica antidesarrollista

    http://www.nodo50.org/Elementos-fundamentales-de-la.html

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  13. Rivas: ¿qué te paez esa xente que tan falando de ti nes páxines nacionalistes? Yes un esencialista, un etnicista, un paisanu que piensa que los valores nacionales son los rurales. Solo falta que te llamen nazi y too s'andará.

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  14. El problema ye que los qu'anden perhí col discursu esi nun son nacionalistes, empleguen la etiqueta de nacionalista ensin selo. Y David Rivas tendrá faltes como tol mundu, pero lo que nun se pue negar ye'l so patriotismu, cosa nun mui espardida ente les organizaciones que se dicen nacionalistes, si non nun s'esplica que nun seyan quien a ponese d'alcuerdu pa facer un únicu actu xunitariu el Día la Nación. Internacionalismu tol que se quiera, agora nun toques muncho'l tema identitariu qu'hai tiros. Esti ye'l "nacionalismu" d'esa xente.

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  15. Evidentemente, Xosé Lluis, evidentemente. Podrá decise más alto pero non más claro.

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  16. Ye evidente que la llínia menos nacional, menos identitaria, la más izquierdista-obrerista nel "nacionalismu" asturianu ye la más fuerte anguaño, por desgracia pal movimientu nacional y pal País. Y nestes eleiciones más de lo mesmo; vamos tener otru BIA II de la mano del Bloque+UNA+Valledor (muncho izquierdismu y poca identidá), Andecha sola como siempre xixilando por nun perder la so esencia y el PAS cola URAS. Con esti panorama nun sé qué va ser lo menos malo votar.

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  17. Vamos pedí-y perdon a David por abrir esta conversa que ná tien que ver col "decrecimientu" y l'ecoloxismu. Pero seguro que nun se molesta. Hai munches más persones nesta llínia. Pero les organizaciones ye al revés. Hai muncha xente fartuca d'izquierdismos estériles (yo soi d'izquierda, que conste) pero eso nun pasa coles cabeces visibles. L'últimu artículu de Xune Elipe da pena y dolor. Nun sé cuala ye la clave polo qu'escribió esa bobada de "miéu me da' nacionalismu" o falar de facistes ensin dar referencies. Sospechar de facismu nes posiciones identitaries ¿qué ye? ¿a quién se refier? ¿Xuan Xosé, David Rivas, Arias...?

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  18. Mira qué tres nomes acabes de dar pa dirixir cualesquier proyeutu nacional, a cual meyor. Con tanta xente válido como tenemos nel País pa lliderar el nacionalismu y nun hai manera de superar les vieyes zunes y los personalismos. Del artículu de Xune Elipe nin falar yá, ye de la llínia del Bloque-UNA, un nacionalismu adxetiváu, non sustantivu como bien diz Carlos Blanco. Si tuviéremos nos 80 diriénnos aquello de qu'Asturies ye'l marcu afayadízu pal desendolcu de la llucha de clases y por ello hai qu'emplegar el nacionalismu como preséu, non como un fin nin como idioloxía. Pero anguaño yá se tienen que cortar un poquiñín, yá nun queda tan bien como cuando los Villa y Areces teníen na llucha de clases, l'internacionalismu y el socialismu mundial los sos mandamientos.

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  19. Menos mal que queda vida intelixente nel nacionalismu y nel País.

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  20. Repito lo que dixe enantes: somos munchos los que tamos nestes posiciones. Esos tres nomes que puse fícelo ensin pensalo muncho pero ye verdá. Yo fiaríame más de Rivas pero les coses nun furrulen polo que yo pienso. Los tres son patriotes ensin tacha. Otra cosa ye que metieran mas la pata o menos. Por eso tengo mas enfotu en Rivas. El Roxu cumplió con muncho el so ciclu y Arias tamién. Habrá quien diga que David cumplió colo d'Andecha. Fasta él diz que ta fuera del circuitu. Pero yo pienso lo contrario. Creo, modestamente, que ye l'home que necesitamos. Ye una opinión.

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  21. Ya lo sabeis. Conozo a David dende que soi puequeña. Va costar muncho llevalu otra vuelta a lo político. Pero too pue ser. Yo nun conozo muncho, nun se quien ye Palacios, nin esi Zapico, nin Llope. Nun se quien puede ser un bon candidatu. Pero sí sé que David ye bonu. Ta al marxen pero siempre sollerte. Pero que naide s'engañe: sigue fiel al so nacionalismu. Tuvo en casa de mio padre hai unos díes. Una cena putamadre. Nun alcuentra contradición denguna pente la esquierda y la identidá. Y sintiéndolu sabes que sigue más cerca de les posiciones d'Andecha. Vilu ilusionáu colos nuevos dirixentes. Y cree na xuntanza pero desconfía. Lo de Xune nun lo entendió. Piensa que Xune equivocósae. Yo pienso otra cosa. Creo que Xune ta faciendo camín a otros. Pa mi fue una decepción.

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  22. Vamos dexalo claro. Hai una llinia clariquina. Los nacionalistes y los que nun son nacionalistes. Ya ta bien d'enmierdar. El Bloque nun ye nacionalista, la UNA tampoco y media Andecha tampoco. Yo respeto más a Andecha. Rivas sí ye nacionalista. Siempre lo fue, entró n'Andecha siendolo y marchó porque lo yera. Yo tengo ventiocho años y conocí a David hai diez. Pregunté-y que yera un a nación pa ver como andaba y díxome esto, más o menos,: ye'l sucu que cuchó to padre. Cayome enriba too. Yera tan simple. Por cierto que marchó hai unos años ensin espatuxar. Tamién neso fue un patriota. Rivas, queda en casa. Pero si vuelves cuenta comigo.

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  23. ¿Entós qué opción nacional tenemos los nacionalistes pa dir a votar?

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  24. Nun sé que vamos votar, amigu. Pero tenemos que resistir. Yo, si les coses vienen como paez, voi votar a Andecha. Pa tirar el votu prefiero tirá-ylu a los míos.

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  25. ¿Y una bona llista ellectoral con Rivas, Llope, Arias, Xurde Blanco, Carlos Blanco, etc? El númeru unu da lo mesmo. El nome tamién. "Asturianos por Asturies". Patriotes, eso necesitamos. Y patriotes son estos. Lo demás ye forgaxa. Pa tolos que naguais porque Rivas vuelva a la política esa ye la única posibilidá. Nesti asuntu podemos "engañalu". Yo soi de los que piensa que David ye la cabeza natural d'un movimientu. Izquierdista, non sectariu, capaz de pactar, nacionalista ensin reserva, talla intelectual, internacionalista (quién ta n'Asturies con tantu curriculum como Rivas de trabayu n'América Llatina y Oriente Mediu). Necesitamos una convención nacional y decidir que ye lo que queremos. Vampirella, mui cariñosa con esa especie de tíu que ye David, dizlo mui claro. Acabó el carbón. Y Xune, sigue cantando. Nun te metas a pontificar no político porque yes un petardu y un poco sospechosu.

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  26. UNA y Bloque xuntos por primer vegada pa faer dalgo'l día d'Asturies y salten toes les alarmes... Nun pescancio nada collacios.
    Polo menos a estos dos veseyos, dende'l mio puntu de vista, que nun tán tan enrocaos.
    ¿Por qué nun hai equí una mala pallabra pal PAS o AA? Si estos, tan nacionalistes que son, nun faen nada xuntos tampoco.
    Si UNA y Bloque pa vosotros namás ye izquierdismu, nun se por qué vos esmoleceis tanto, porque en realidá nun mos tán quitando espaciu a los nacionalistes.

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  27. ¿Por primer vez? Esto yá lo vivimos, y llamóse Bloque d'Izquierda Asturiana (BIA).

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  28. Menudu atropamientu de borregos ¿cómo permites esta desbabayada continua nel to blog, David?

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  29. Alcuérdome, va una montonera d´años, que´l profesor Anadón (de gratu recuerdu pa min en mio doctoráu) pasóme un llibru d´Odum nun cursu d´Ecoloxía, na Universidá d´Uviéu. Interesárame yá daquella la ciencia ecolóxica como preséu pa tresformar el mundu, como El Capital de Marx o comoesos otros materialismos d´antropológos como J. Steward o Harris. Pero entós, más alló de los llibros, había unos ecoloxistes de los de flores na cabeza (California Dreaming), neohippies pasaos de moda. Estremábase muncho la ciencia ecoloxíca del activismu ecoloxista...
    Yá que faláis equí de nacionalismu: lleí a Esparza Zabalegui, nun llibru, que´l nacionalismu ye dalgo asina como l´ecoloxismu de los pueblos y naciones. la llucha por la "biodiversidá" de formes de vida. Cada pueblu que s´aculturiza, la especie pierde, la vida civilizada degrádase. Amás, el ser humanu tien raigones. Tien Tierra. O la Tierra tiénlu a él. Ye lo mesmo nacionalismu qu´ecoloxismu pa min. CXB

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  30. Yo entiendo perfectamente vuestro debate nacional. Y lo asumo, aunque no soy asturiano. Pero David Rivas está hablando, en esta ocasión, de otra cosa. El tal CXB lo dice claro: un nacionalismo moderno es un ecologismo social y político. Creo que esa es la posición que siempre tuvo Rivas. Es más, creo que esa posición es la mejor, la única con posibilidad de futuro y la única racional. Por lo que veo en vuestros debates, todo es una discusión de un comunismo terminal.

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  31. quién coño ye Carlos Blanco esi que cantaba nos cabares? vamos facer un bon papel...n´Eurovisión

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  32. A ver un poco de respetu , esi ye'l cuadernu de David Rivas non ye Infoasturies o daqué asemeyao.L'anomimu d'esti comentariu caberu , ta faltando al respetu a Carlos.X.Blanco , un home qu'opina y comenta sin faltar a naide .Al mesmu tiempu ta faltando al Carlos Blanco que cantaba onde quería y onde podía. Veo un poco de falta de respetu últimamente nesti blog , David nun lo merez , ente otres coses porque como bon demócrata que ye , nun esborra dengún comentariu , por eso mesmo creo qu'hai que tar a la so altura(ya se que pa dalgunos ye perdificil pero hai qu'intentalo). David dexate de folgar y escribe .¿Nun tienes nada que dicir del caberu día de la Nación asturiana? ¿Nun tienes nada que dicir de los caberos movimientos nel nacionalismu? Nun me lo creo , escribe anda
    Un abrazu
    Churchill

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  33. Churchill: nun toi folgando. Pero creyo qu'el mio papel ta cumplío de momento. Posicioneme en favor dúna coalición amplia, plantegamientu rechazáu de plano pol PAS y la URAS. Cuando yá solo queda la unión de la esquierda, sopelexé les mios prevenciones escontra la xugada delo Bloque. Dixe que toi d'alcuerdo con posibilidá tala pero amueso la mio desconfianza. Agora espero. Nun ví denguna valoración política de los obligaos a facelo. Eso faeme suponer que les coses tan cociéndose. Seguiré esperando. Ye una custión ellemental de respetu haza les organizaciones pola parte de quien encabezó una opción nun hai muncho.

    Polo de les últimes entraes del blogue: tienes razón. Pero tamién la tienes en que nun pienso esborriar nada. Supongo que ye un sarampión tipu 8-S, con dos cepes distintes. Pero'l blogue va siguir abiertu y, pa más morbo, el prósimu post ye d'economía y n'español.

    Gracies, Churchill, pol sofitu que das al blogue d'esti amigu tuyu.

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